A decir verdad, mi historia, no es la típica “mama, I wanna be an actress”. Provengo de dos familias muy distintas; mi familia materna es de República Dominicana y la paterna de España. Esto me ha llevado a vivir toda mi vida en dos culturas muy distintas y con diferentes realidades. Desde pequeña he sentido mucha conexión con mi creatividad y el arte ha sido la via de expresión de mi ser. Siempre he sido más de hacer que de pensar. De los 7 a los 16 años practiqué danza urbana y acrobática participando en numerosas competiciones.
La comunicación es y ha sido muy importante para mí; conocer al otr@, saber qué le hace vibrar, qué le emociona. También he sentido y siento curiosidad por cómo cambiamos nosotros frente a quien tenemos delante. Por el simple hecho de lo que esa persona nos transmite y las sensaciones corporales que nos hace sentir. No creo que seamos siempre iguales con todo el mundo por que cada persona es única y su energía nos transforma de maneras diferentes. ¡Y menos mal!
«Todo esto y mucho más» -pudiera ser mi vida digna de show televisivo- me hizo tomar la decisión, en el año 2015, de emprender un viaje que cambiaría mi vida, empezando a formarme profesionalmente en las artes escénicas.
Estudié el grado de 4 años en la escuela Eòlia de Barcelona en mención cine. Aunque escoger entre cine y teatro es como escoger entre mamá y papá, es poder ser quien quieras ser, en diferentes formatos y experimentando las posibilidades y herramientas con las que ya cuentas, esas que ya están dentro de ti. Poder comunicar de infinitas maneras algo que necesitas gritar al mundo. Encarnar otras vidas en una sola es un juego muy divertido y enriquecedor.
Iniciar este camino significó también, si lo haces con verdadero compromiso, iniciar el camino al auto-conocimiento y a la auto-sanación. Y este es un trabajo de toda la vida. Siempre en participio; creciendo y aprendiendo.
Irene Quirós.